LA TERCERA ES LA VENCIDA Cristina Fernández reconoce su incapacidad
La Ex Presidenta argentina Cristina Fernández reconoció
su incapacidad como gobernante en una carta publicada en su propio “muro” de la
red social Facebook. Dedicada a sus fieles seguidores, en el momento más
crítico de su imagen pública, cuando los Diputados y Senadores del Frente Para
la Victoria abandonan el bloque con la finalidad de reordenar al “Peronismo”
sin “Kirchneristas”. Las sospechas de corrupción sobre su gestión
denunciadas por la prensa y luego ante la justicia por enriquecimiento ilícito
tanto en su familia como en sus principales funcionarios se precipitó en los
últimos días con dos episodios inequívocos.
En primer lugar trascendió un video de seguridad donde
se observaba al hijo de Lázaro Báez (beneficiado con fondos para
realizar obras que nunca concluyó y cobró sobreprecios por adelantado) contando
divisas extranjeras en una “cueva” ilegal llamada alegóricamente “la
rosadita”, lugar donde se blanqueaba dinero y se disponía donde se
invertiría. La sospecha sobre Lázaro Báez lo ubica como un testaferro
del matrimonio presidencial que gobernó a la argentina en los últimos doce años
y a través de maniobras financieras como sobreprecios, coimas y retornos
multiplicaron varias veces la fortuna de los Kirchner en forma
irregular. Este duro golpe reflotó la confrontación de la sociedad polarizada y
fanatizada más por el debate que por la lógica y la razón. Pareciera que las
imágenes no fueran contundentes a la hora de interpretar un episodio bochornoso
y corrompido previamente anunciado y sospechado. Sin embargo aún los acólitos y
obsecuentes veían prosperar algo que no les cerraba y empezaban a observar que
la lógica no les cerraba. El enriquecimiento de Lázaro Báez se mostró
por televisión y la sospecha tomaba forma de “bola de nieve”. Pero lo
insólito estaba por llegar… Ni los defensores de causas perdidas lo podían
llegar a imaginar. ¿Cuántos directores de cine hubieran pagado por historias
fuertes que conmueven al público para levantarse y aplaudir de pie?
Atrapar a un corrupto con las manos en la masa es la
historia mejor contada del mundo. Es irrefutable. Es un nocaut en el primer
golpe. No se levanta con nada.
¿A quién se le puede ocurrir viajar a las tres de la
madruga al “serenísimo” pueblo de General Rodríguez, a sesenta
kilómetros de Buenos Aires a donar nueve millones de dólares en un convento con
monjas centenarias? Más indiscreto puede ser: dejar estacionado un auto de alta
gama con las luces encendidas y el motor prendido mientras el conductor
arrojaba bolsos con dinero por encima de un cerco. ¿Habrá algún director de
Hollywood que pretenda superar los siete Oscar que recibió la película “El
Golpe” con Paul Newman y Robert Redford en 1973? Y si se
quiere poner una nota de curiosidad, la escena de dos policías negándose a
recibir una coima millonaria después de llegar en menos de 3 minutos al lugar
de la denuncia, es sorprendente. El personaje principal, no de la ficción, sino
de la realidad José López, un ingeniero ex Secretario de Obras Públicas,
designado por “los Kirchner” en el 2003, denunciado en varias
oportunidades por sobreprecios y coimas. Sin duda que encontrar “el eslabón
perdido” es la confirmación de “la teoría de la evolución”. López era el
intermediario entre Lázaro Báez y kirchner. ¡Jesús!, ¡Jesús!, Jesús
lo descubrió. Jesús el que cuidó el Convento Nuestra Señora de Fátima de
General Rodriguez, el mismo que llamó al 911, el que sin saberlo crucificó el
futuro del Frente Para la Victoria. Todavía sigo pensando en la película, como
las que soñó realizar alguna “arquitecta egipcia” en el dos veces
inaugurado y nunca construido “Polo Audiovisual Argentino Isla De Marchi”. En
la Argentina hay más de 332.000 López, es el tercer apellido más usado,
apenas unos 2.000 más que los Fernández. Siendo tan populares, no
convendría ni cambiarlos y que me dicen de los nombres: Cristina y José
están entre los diez nombres más usados ¿No es una señal? Personajes con
nombres “nacionales y populares”. Si viviera Tato Bores ¿Se acuerdan de
sus monólogos? Saben cómo le pondría a este sujeto “José Con Vento”. (Lo
puse separado porque fonéticamente suena igual, pero en nuestro diccionario de
lunfardo quiere decir “Vento: dinero producto de una estafa”
¿Cierra o no cierra?)
El Kirchnerismo tiene dos extractos: Los
funcionarios políticos y el pueblo. El pueblo es el que depositó toda su
confianza y sus esperanzas en un proyecto nacional. Fue el que lo votó tres
veces y se mantuvo y mantiene fiel a su líder. Así como la tradición “Peronista”
que llevó a su fundador a la presidencia en dos oportunidades y en la nostalgia
lo trajo al país después de dieciocho años y por tercera vez volvió a votar a Perón.
Se parece al refrán popular “Ad triarios ventum est” del latín la
tercera es la vencida acompaña al peronismo en cada dinastía como un reloj.
Tres veces ganó Carlos Menem (la última, renunció antes del ballotage) y tres
veces ganaron los Kirchner. Dicen que la frase latina corresponde a “la tercera
vez que una persona cometía robo o hurto debía ser ejecutada.” El
segundo extracto son los funcionarios totalmente funcionales al poder. Al
poder, no al líder. Ellos cuando ven que el líder se está derrumbando
rápidamente se reconvierten y se reagrupan en otro bloque. Tienen una inefable
certeza para descubrir agonías y se van dejando al enfermo en el peor momento.
El Frente Para la Victoria viene de perder en el 2013
la posibilidad de la re reelección, en el 2015 la presidencia y en el 2016 la
vergüenza.
Cristina Fernández antes de ahogarse publicó en su
cuenta de Facebook una nota increíble. Un manotazo de ahogada tan inapropiado
como inoportuno. Le dirigió exclusivamente un mensaje al extracto más fiel: El
pueblo (ella ya sabe que los “funcionarios políticos” ya la dejaron sola). Ella
confesó públicamente ser inútil en su gestión presidencial al afirmar en forma
textual “Yo quiero saber quiénes son, además del Ing. López (Secretario de
Obras Publicas durante mi gestión), los responsables de lo que pasó.”
Cristina sabiendo que había denuncias contra López desde el 2008 y notas
periodísticas desde el 2004 que lo incriminaban con la corrupción y luego manifestar
públicamente que no lo pudo controlar y que desconocía otros casos de
corrupción también denunciados. ¿Qué seguridad puede darle al país para una
futura candidatura si acepta su inhabilidad política para observar a sus
funcionarios más allegados, inclusive a los públicamente denunciados? López era
su hombre de confianza, traído desde Santa Cruz para “custodiar la caja”.
¿Nunca se le ocurrió controlarlo? o ¿Lo controlaba periódicamente? Y este era
un intermediario que le aportaba dinero para su crecimiento exponencial. A
Cristina no se le escapaba nada. Llegó a criticar por Cadena Nacional a un
abuelito que quiso regalar 10 dólares a sus nietos, 5 para cada uno, porque
presentó “un amparo” cuando en la Argentina regía “un corralito” para la compra
de divisas. O denunciar a periodistas ante la AFIP para controlar sus
deducciones impositivas. Obviamente se trata de periodistas críticos al
gobierno. ¿A una mujer que se mostraba tan minuciosa, se le podía escapar un
funcionario tan cercano?
La nota de Cristina Fernández ya es un documento
histórico, no perdió oportunidad para victimizarse y prender el ventilador para
repartir culpas, lástima que ya perdió el territorio y la confianza de sus
funcionarios. Vale la pena leerlo.
Durante ocho años goberné para todos los argentinos. Para los que me querían, para los que me respetaban,
y también para los que me agredían e insultaban como nunca se hizo con ningún
presidente en la historia. Sé que ser mujer fue un agravante. Hoy quiero dirigirme a quienes saben que en estos
doce años y medio construimos derechos como no se había hecho desde el primer
peronismo. A quienes se rompieron el alma militando porque sintieron y sienten
que, por primera vez en mucho tiempo, las utopías dejaban de ser sólo eso y se
transformaban en una vida mejor para todos los argentinos. Aún para aquellos
que nunca nos quisieron ni nos querrán, hagamos lo que hagamos. Quiero
también dirigirme a quienes por primera vez, y en distintos lugares,
se incorporaron a la política, porque los convocó un proyecto donde el amor por
la Patria y la solidaridad con el prójimo son su motor. A quienes hoy siento
y sé que están profundamente dolidos como si alguien les hubiera pegado una
trompada en el estómago. Sí, esta vez quiero dirigirme a los que son
y se sienten parte de este proyecto. A los que lo construyeron, a los que lo
aman, a los que sufren por lo que está pasando. A ellos quiero decirles que
creo que palabras como repudiar, rechazar o condenar, no alcanzan. Yo
quiero saber quiénes son, además del Ing. López (Secretario de Obras Publicas
durante mi gestión), los responsables de lo que pasó. El dinero
que el Ing. López tenía en su poder, alguien se lo dio. Y no fui yo. Ni
ninguno de los miles de militantes que integran este espacio político. Que
nadie se haga el distraído. Ni empresarios, ni jueces, ni periodistas, ni
dirigentes. Cuando alguien recibe dinero en la función pública es porque
otro se lo dio desde la parte privada. Esa es una de las matrices estructurales
de la corrupción a lo largo y a lo ancho de nuestra historia y de la universal.
La otra, infinitamente más profunda aún, y sus efectos más terribles: la
aplicación de planes políticos y económicos que enajenan el patrimonio
nacional, endeudan el país y someten a la miseria a millones de argentinos. De
esa matriz dan cuenta también, desgraciadamente, pasado y presente de nuestra
historia y de otros pueblos del mundo. Tal vez, hechos grotescos y
escandalosos como el que hoy nos ocupa, sirvan para ocultar durante un tiempo,
el plan político y económico que esta causando estragos en la mayoría de los
sectores sociales y económicos de nuestro país y que ayer, tuviera un nuevo
capitulo legislativo. La política, no el kirchnerismo. La
democracia, no el peronismo, necesitan que esta vez, todo no se termine solo en
la condena de un funcionario.
CFK
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